¿Notas la aparición de los primeros indicios de piel de naranja o celulitis
en tus muslos, glúteos o caderas? ¡No esperes a que sea demasiado
tarde! Además de existir una predisposición genética, muchas veces la
celulitis es ocasionada por problemas circulatorios que impiden el
drenaje regular de toxinas bajo el tejido dérmico. La
vida sedentaria, las bebidas gaseosas, el tabaco o las frituras en la
mesa pueden agravar la situación. Trata de evitar estos factores, bebe
mucha agua y pon en funcionamiento este sencillo truco: exfoliar las partes más conflictivas de tu cuerpo con café.
La exfoliación es
un cuidado fundamental para mantener la belleza y suavidad de nuestra
piel. Al deshacerse de la capa superficial de células muertas,
favorecemos la oxigenación de la epidermis que gana en tersura y
luminosidad. Pero, además, existe otro beneficio asociado a este
tratamiento de belleza. Cuando exfoliamos nuestra piel, movilizamos los
tejidos a nivel subdérmico estimulando así la microcirculación y la
elimación de las toxinas que entorpecen el drenaje de los lípidos que
luego tienden a acumularse dando lugar a la celulitis.
Si además usamos en nuestro ritual de belleza un ingrediente natural como el café, los resultados serán doblemente satisfactorios. El café molido tiene propiedades antioxidantes y depurativas que estimulan la circulación a nivel de los vasos capilares.
Mezcla un poco del café sobrante de tu cafetera con aceite corporal y
aplícatelo durante la ducha sobre la piel mojada, con suaves
movimientos circulares. Una vez que termines, aclárate bien y, como paso
final, extiende sobre las zonas afectadas una crema anticelulítica y
reafirmante.
Utiliza este truco una o dos veces a la semana y verás como si tu
celulitis es incipiente va mejorando. Recuerda que además de servirte de
este consejo, debes cuidar tu alimentación y practicar algo de
ejercicio.